"Bienaventurados" (Mt 5, 1-12a). Fiesta de San Valero
Hoy, en Zaragoza, recordamos al obispo San Valero, obispo, que, durante la persecución de Diocleciano, a principios del siglo IV, fue juzgado junto a su diácono, San Vicente, por el prefecto Daciano. A diferencia de él, no sufrió el martirios. Según la tradición, habría sido desterrado a los Pirineos. Se le venera como confesor de la fe y pastor de esta Iglesia de Zaragoza. El Evangelio de esta fiesta (uno de los dos que se pueden elegir) coincide con el de este domingo, que nos ofrece las Bienaventuranzas. Es un texto que San Mateo y San Lucas colocan al comienzo de la predicación de Jesús, como " texto programático ". Sin embargo, Jesús se dirige a discípulos que ya tienen un " recorrido ", que ya conocen las dificultades que entraña ser seguidor de Jesús: el empobrecimiento que implica el compartir; el llanto de quien se acerca a compartir el sufrimiento de otros (como también, el de quien toma cabal conciencia de su propio pecado, de su fragilidad y pobreza);