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Mostrando entradas de febrero, 2021

"Este es mi Hijo amado; ¡escuchadlo!" (Mc 9, -10)

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  Cuando leemos el "sacrificio de Isaac" en su contexto (los pueblos vecinos de Israel sí practicaban sacrificios humanos, como se ve en Lev. 18, 21, 2 Re 3, 26-27), podemos comprender que el sentido de este relato (entre otras cosas) era enseñar a Israel que Dios no quiere sacrificios humanos. A diferencia de los dioses paganos, Dios no quiere la destrucción ni el sufrimiento del ser humano. Lo que sí pide es una actitud de obediencia y confianza, para dejarse guiar.  La carta a los Romanos (Rom 8, 31b-34) nos lleva más allá en el conocimiento del amor de Dios. Él es quien ha entregado todo por nosotros, sin reservarse ni siquiera su propio hijo. Desde ese amor total nos invita a confiar en Él y buscar su voluntad, que siempre es de vida.  Estas dos lecturas nos ofrecen perspectiva para leer el relato de la Transfiguración, que también conviene situar en su contexto: Jesús ha anunciado a los discípulos que su camino, como Mesías, ha de pasar por el sufrimiento y la muerte (M

"El Espíritu empujó a Jesús al desierto" (Mc 1, 12-15)

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  El primer Domingo de Cuaresma nos presenta a Jesús en el desierto,  ese lugar que también tuvo que atravesar Israel para dejar atrás la esclavitud y convertirse en Pueblo de Dios. Allí lo ha llevado el Espíritu Santo, para enfrentar sus tentaciones. Marcos no detalla su contenido, aunque podremos irlas descubriendo a lo largo del Evangelio. Nos presenta a Jesús entre fieras y ángeles, tal vez imagen de los instintos del mal y los mensajes del bien, entre los cuales Jesús se encuentra y tiene que trazar su camino. Como nosotros.  Tras el desierto, emprende Jesús la predicación del Evangelio, marcada, en su inicio, por el arresto de Juan. Las palabras de Jesús son precisas, llenas de sentido: llaman a la conversión porque el Reino de Dios está cerca, y no hay que esperar a tiempos mejores, ni al momento en que se cumplan otras expectativas o condiciones: éste es el tiempo de Dios, de su obrar. Somos invitados a creer en este tiempo, en este preciso momento vital en que nos encontramos.

"Quiero: queda limpio". Contagia solidaridad

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  El Evangelio que hoy escuchamos conecta con la Jornada Mundial del Enfermo, que celebramos el pasado jueves, en un contexto de crisis sanitaria mundial. Además, la experiencia que hemos tenido de aislamiento (el confinamiento del año pasado, los aislamientos de las personas contagiadas) nos puede ayudar a entender la terrible situación de los leprosos (pintada en la lectura del Levítico), que a su enfermedad unía un terrible aislamiento, de por vida, para evitar contagios.  Jesús se acerca a ese hombre herido y rechazado por la sociedad, y rompe su aislamiento para alcanzarlo, para sanarlo y reinsertarlo en la sociedad. Cuando Jesús lo toca, no sucede el temido contagio de la lepra. Al revés, es Jesús quien contagia vida y salud al enfermo.  El Evangelio, hoy, nos invita a tender puentes, buscar caminos, para que las medidas de seguridad e higiene que ahora son necesarias, no generen situaciones de aislamiento humano que mina a las personas.  Nos invita también a ponernos ante Jesús

"Curó a muchos enfermos" (Mc 1, 29-39)

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  Tras predicar en la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús despliega una labor sanadora. Y es que curar, liberar a las personas del mal personificado en los demonios y predicar son facetas de la Buena Noticia que Él trae. Marcos nos trasmite la cercanía de Jesús, que toma de la mano a la suegra de Pedro, así como su fuerza sanadora que pone en pie a la persona y la habilita. Aquella mujer, que ha sido liberada de la fiebre por Jesús (" yo estoy en medio de vosotros como el que sirve " Lc 22, 27), se pone también a servir. Nos transmite también su libertad. No le importan las prevenciones de la Ley sobre tocar a enfermos, ni la restricciones de toda actividad en sábado, cuando se trata de transmitir la ternura y la iniciativa creadora de Dios. Asimismo, no se deja atar por la popularidad que tiene en Cafarnaúm (" todo el mundo te busca " Mc 1, 37). Y al mismo tiempo, podemos intuir su paciencia y su compasión hacia las gentes, que no le siguen en esa libertad (atadas a las p