El Buen Pastor (Jn 10, 11-18)
Llegó la pandemia, como un lobo, y sufrimos la divisón y dispersión que crea, y todo lo que nos está robando. Ante ella, se ha puesto a prueba los "pastores" de nuestra sociedad, muchas veces asalariados de otros intereses, que "echan balones fuera" o no saben responder. Entre ellos, los medios de comunicación, que conducen (y "aborregan") nuestra sociedad, y que, frecuentemente limitados por una visión superficial, sensacionalista, curvada sobre nosotros mismos, no han sabido ayudar suficientemente para prepararnos para hacer frente a esta crisis. También podemos encontrar las huellas del Buen Pastor. El Papa Francisco, hace un año, nos invitaba a descubrirlas: "Podemos mirar a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues, ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida. Es la fuerza operante del Espíritu derramada y plasmada en valientes y generosas entregas. Es la vida del Espíritu capaz de rescatar, valorar y mostrar cómo nuestras vida