"Yo soy el Pan de Vida" (Jn 6, 24-41)
El evangelio de este domingo y el próximo, sigue a la multiplicación de los panes y los peces (Jn 6, 1-15. El domingo pasado, escuchamos, en su lugar, las lecturas de Santiago Apóstol). Jesús " dándose cuenta de que intentaban hacerle rey " (Jn 6, 15) marchó a Cafarnaúm, y la gente fue a su encuentro. Ahora, Jesús muestra el sentido de aquel signo. Se presenta como el Pan de Vida, en un diálogo que se convertirá en discusión, porque los judíos no comprenden sus palabras (y cuanto más claro habla Jesús, menos lo comprenden). El discurso en torno al pan nos invita a reflexionar sobre el hambre, sobre nuestras necesidades y deseos. Tenemos hambre de pan ¡y de tantas otras cosas (seguridad, reconocimiento, sentido, amor...)! Y Jesús nos interpela: - Nos pregunta por qué le buscamos. Como en aquellas gentes a las que hablaba Jesús, nuestra búsqueda de Dios puede estar planteada desde distintas necesidades: la búsqueda de solución para nuestros problemas, de seguridades, respuesta