sábado, 31 de julio de 2021

"Yo soy el Pan de Vida" (Jn 6, 24-41)


El evangelio de este domingo y el próximo, sigue a la multiplicación de los panes y los peces (Jn 6, 1-15. El domingo pasado, escuchamos, en su lugar, las lecturas de  Santiago Apóstol). Jesús "dándose cuenta de que intentaban hacerle rey" (Jn 6, 15) marchó a Cafarnaúm, y la gente fue a su encuentro. Ahora, Jesús muestra el sentido de aquel signo. Se presenta como el Pan de Vida, en un diálogo que se convertirá en discusión, porque los judíos no comprenden sus palabras (y cuanto más claro habla Jesús, menos lo comprenden).

El discurso en torno al pan nos invita a reflexionar sobre el hambre, sobre nuestras necesidades y deseos. Tenemos hambre de pan ¡y de tantas otras cosas (seguridad, reconocimiento, sentido, amor...)! Y Jesús nos interpela:

- Nos pregunta por qué le buscamos. Como en aquellas gentes a las que hablaba Jesús, nuestra búsqueda de Dios puede estar planteada desde distintas necesidades: la búsqueda de solución para nuestros problemas, de seguridades, respuestas... Los judíos buscaban un rey que les "solucionara" la subsistencia, y preguntaban qué debían hacer (para conseguir que Dios les diera lo que buscaban). Y Jesús les (nos) dice que "la obra de Dios es que creáis" (Jn 6, 29). La fe ha de ir purificando motivaciones, nos lleva a un encuentro con Jesús que nos va introduciendo en la vida que Él nos ofrece. En línea con esto, hoy nos dice San Pablo: "renovaos en la mente y en el espíritu" (Ef. 4, 23).

- Nos invita a buscar "el alimento que permanece para vida eterna" (Jn 6, 27). Ciertamente, tenemos que ganarnos el sustento con el trabajo. Pero la vida es más que eso. Y se nos puede escapar buscando cosas que no dan consistencia, que no llenan. El mundo incita a una carrera por acumular, aparentar, consumir... que no lleva a ninguna parte. Jesús nos llama a buscar aquello que puede realmente saciar nuestros anhelos, que puede sustentarnos, construir nuestro ser con solidez, y darnos una vida que se hace nueva y se abre a la eternidad. "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí, no tendrá sed". 
Nos invita a poner en primer lugar este anhelo fundamental de vida que llevamos dentro. Y vivir los demás deseos y necesidades desde ahí, en diálogo con el mismo Jesús, dejándonos iluminar por su Palabra, apoyándonos en Él. 

Éste es el sentido de la Eucaristía. Nos reunimos para construir comunidad y así abrirnos a su amor; nos ponemos a la escucha de su Palabra para entrar en diálogo con Él. Nos acercamos a Él, Pan vivo, para que su presencia viva nos alimente y su Espíritu nos inspire, nos aliente, nos sostenga, nos llene.

"Aquesta viva fonte que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche"
    (San Juan de la Cruz)


Lecturas de hoy (www.dominicos.org)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Hoy escuchamos una de las palabras de Jesús en la Última Cena. En ese momento de intimidad de Jesús con los discípulos, lleno de intensida...