sábado, 8 de abril de 2023

"Ha resucitado de entre los muertos, y va delante de vosotros a Galilea" (Mt 28,7)

 

Hoy celebramos la fiesta más importante. Cristo resucitado es el centro y la fuente de nuestra fe. Su victoria sobre la muerte y el mal son el fundamento de nuestra esperanza. Su presencia  es la que congrega la Iglesia. Su fuerza, la fuerza del Espíritu, es la que impulsa nuestras vidas. 

Hablar de la Resurrección de Cristo es hablar de un acontecimiento que está en el centro de la historia, y a la vez va más allá de cuanto se puede narrar. Los evangelistas usan un lenguaje simbólico para hablar de la experiencia de encuentro con Cristo que vivieron los discípulos, una experiencia difícil de poner en palabras, de reducir a los esquemas de nuestro pensamiento, a la vez que una experiencia profundamente real, que, de hecho, transformó totalmente sus vidas, ahora contagiadas de esa luz, fuerza y vida nueva del Resucitado. 

Se nos irá hablando, así, de búsqueda, de encuentros, de dificultad para reconocer... El encuentro con el Resucitado es también, para los discípulos, una experiencia de conversión: ahora es cuando cambian su forma de enfocar la vida, su escala de valores y sus actitudes, toda su vida se recompone desde el encuentro con Jesús. Y eso implica un proceso de comprender, abrir los ojos, hacer camino... La resurrección se presenta como acontecimiento luminoso como un relámpago, con fuerza para transformar la vida... pero a la vez, y como todo lo de Dios, como algo que se ofrece, no se impone; y que, por tanto, en nosotros significa dar pasos, hacer proceso. 

El anuncio del ángel  que escuchábamos ayer en la Vigilia, envía a los discípulos a Galilea ("ha resucitado de entre los muertos, y va delante de vosotros a Galilea"). Y sobre ello vuelve el mismo Jesús, que sale a su encuentro: "Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán". Esa Galilea es el lugar de la vida cotidiana. También, el lugar de la primera predicación de Jesús, donde (en palabras de Pedro, Hch 10,37) comenzó todo. Ahí se nos envía, para encontrarnos con El. El va delante de nosotros: delante de nuestros esfuerzos, de nuestras iniciativas, de nuestro construir comunidad, de nuestras búsquedas. Abriéndonos camino. Sigámosle, para encontrarnos con El.

 


Lecturas de hoy (www.ciudadredonda.org)

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