domingo, 21 de febrero de 2021

"El Espíritu empujó a Jesús al desierto" (Mc 1, 12-15)

 


El primer Domingo de Cuaresma nos presenta a Jesús en el desierto,  ese lugar que también tuvo que atravesar Israel para dejar atrás la esclavitud y convertirse en Pueblo de Dios. Allí lo ha llevado el Espíritu Santo, para enfrentar sus tentaciones. Marcos no detalla su contenido, aunque podremos irlas descubriendo a lo largo del Evangelio. Nos presenta a Jesús entre fieras y ángeles, tal vez imagen de los instintos del mal y los mensajes del bien, entre los cuales Jesús se encuentra y tiene que trazar su camino. Como nosotros. 

Tras el desierto, emprende Jesús la predicación del Evangelio, marcada, en su inicio, por el arresto de Juan. Las palabras de Jesús son precisas, llenas de sentido: llaman a la conversión porque el Reino de Dios está cerca, y no hay que esperar a tiempos mejores, ni al momento en que se cumplan otras expectativas o condiciones: éste es el tiempo de Dios, de su obrar.

Somos invitados a creer en este tiempo, en este preciso momento vital en que nos encontramos. Somos llamados a la conversión, a un orientar hacia Dios nuestra vida, que también pasa por identificar y enfrentar las tentaciones de fondo de cada uno. La Cuaresma nos ofrece un desierto que no nos aleja de la realidad, sino que nos llama a verla con profundidad, para descubrir el Reino de Dios que está cerca. 


Lecturas de hoy (www.ciudadredonda.org)

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