sábado, 11 de diciembre de 2021

"Estad alegres ... el Señor está cerca" (Flp 4, 4-5; Lc 3, 10-18)


 En el tercer Domingo de Adviento, la esperanza nos invita a la alegría. No se trata de la alegría artificial del consumo y de los estereotipos en que está cayendo la Navidad (adornos, músicas, luces, derroches...). San Pablo nos habla de una alegría que encuentra fundamento en la cercanía del Señor. Desde la lectura del profeta Sofonías, podemos descubrir esa cercanía de Dios como fuente de reconciliación, de liberación, de sosiego, porque nos encontramos ante la mirada de Aquél que es capaz de re-crear nuestra realidad y que "se alegra y se complace en ti, te renueva con su amor" (Sof 3, 17).

Esa alegría nos invita a vivir, como exhorta San Pablo, con mesura, sin angustias, y poniendo, en la oración, todo ante Dios, pidiéndole lo que necesitamos, y dándole gracias. 

Por su parte, en el Evangelio vuelve a aparecer Juan el Bautista, que responde a la pregunta de los que se quieren preparar para recibir al Señor "¿Qué tenemos que hacer?". Una pregunta que tiene su trasfondo en la complejidad de la ley judía (nosotros no tenemos aquellos 613 preceptos, pero nuestra vida también tiene sus complejidades, en las que a veces nos enredamos y desorientamos). Y responde con actitudes sencillas, con ese "sentido común" que tenemos cuando nos paramos para recuperar perspectiva sobre lo que vivimos. A la vez, Juan el Bautista anuncia una esperanza que es siempre mucho mayor, una esperanza abierta tan abierta como esas palabras que hablan del Espíritu Santo y el fuego, capaces de encender, dar calor, renovar más allá de lo que imaginamos. 

Este domingo puede ser ocasión para preguntarnos cómo preparar con lucidez esta Navidad, antes de que nos arrastre el tropel de celebraciones convencionales, gastos y demás etcéteras de estos días. Por ejemplo... 

- ¿Cuándo puedo buscar un momento para orar, para ponerme en silencio ante Dios, para mirar, junto a Él, con más hondura, estos días, y mi vida?

- ¿A quién puedo acercarme en estos días? ¿A quién hace tiempo que no me acerco, que no le escucho o le llamo....? ¿Quién puede estar necesitando una palabra, un gesto, una cercanía de mi parte...?

- ¿Cómo puedo compartir algo de lo mío en estos días?

- ¿Cómo pasar un tiempo "de calidad" con los míos, compartir con ellos un momento...?


Lecturas de hoy (www.ciudadredonda.org)

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