sábado, 30 de enero de 2021

"Este enseñar con autoridad es nuevo" (Mc 1, 21-28)

 

El Evangelio, hoy, no nos transmite el contenido de la predicación de Jesús, sino que nos habla de su forma de hacerlo: a diferencia de los rabinos que se apoyaban en las palabras de otros rabinos o en interpretaciones de la Ley, Jesús habla "con autoridad": su palabra conecta con la vida, ilumina la realidad, responde a las inquietudes de las personas. A diferencia de palabras que son "medias verdades" (como el grito del endemoniado, que reconoce a Jesús pero intenta oponerse a Él), la de Jesús es Verdad que libera y plenifica, ayuda a vivir. 

Esa capacidad liberadora se manifiesta ante el endemoniado. Ese espíritu inmundo que se manifiesta en medio de la sinagoga, es signo del mal, presente de muchas maneras y en todas partes (también en ámbitos religiosos, nos avisa Marcos) que somete a las personas al miedo, las esclaviza y malogra. El primer signo de Jesús muestra su lucha y su victoria contra el mal. 

El evangelio nos invita hoy a acercarnos a la Palabra de Jesús, que siempre es nueva, nos ofrece una nueva luz. También a descubrir los malos espíritus, las tendencias negativas, falsas, esclavizadoras... que anidan en nuestro interior, y ponerlas ante Jesús, que libera y devuelve a las personas la dignidad de hijos de Dios.

"Sea Dios bendito por siempre, que en un punto me dio la libertad que yo, con todas cuantas diligencias había hecho muchos años había, no pude alcanzar conmigo, haciendo hartas veces tan gran fuerza, que me costaba harto de mi salud. Como fue hecho de quien es poderoso y Señor verdadero de todo, ninguna pena me dio." 

(Teresa de Jesús, Vida, 24, 8)


Lecturas de hoy (www.ciudadredonda.org) 

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