sábado, 12 de septiembre de 2020

"¿Cuántas veces le tengo que perdonar?" (Mt 18, 21-35)

 

 

El Evangelio subraya la importancia del perdón: 

- Es necesario para sanar las relaciones. Entre personas, es casi inevitable que haya roces, alguna vez, nos hagamos daño (a veces sin querer, a veces por conflictos inevitables...). La única forma posible de sanar una relación rota, y de construir una convivencia sana, pasa por el perdón.

- Es el camino hacia la paz personal. El rencor es como un “cáncer emocional” que nos envenena por dentro, nos malogra, nos destruye. Perdonar nos permite recuperar la paz y nos libera del pasado. También es importante pedir perdón, porque nos ayuda a asumir sanamente nuestros errores y restaurar la relación.

Perdonar no significa justificar lo que ocurrió, ni tampoco quitarle importancia. Es restablecer la relación con la persona en clave positiva, y "pasar página", para no quedarnos atados emocionalmente a un hecho del pasado. 

Muchas veces, el perdón es un camino, que comienza por “querer perdonar” (tomar conciencia de que necesitamos perdonar). Continúa por actitudes y signos reconciliadores (tratar bien a la otra persona…) y más tarde, llega a ser ese “perdón de corazón” en el que podemos sentir la paz interior. A ese camino lo acompaña la oración: pedir a Dios que sane nuestras heridas, nos ayude a perdonar (o pedir perdón), nos dé esa paz interior.

El Evangelio, hoy, nos hace considerar la magnitud del perdón que nosotros recibimos de Dios, para ayudarnos a perdonar. Y nos señala el perdón como la forma de situarnos en sintonía con Dios para acoger su perdón. 

¡Qué estimado debe ser este amarnos unos a otros del Señor! Pues pudiera el buen Jesús ponerle delante otras [cosas], y decir: «perdonadnos, Señor, porque hacemos mucha penitencia», o «porque rezamos mucho y ayunamos y lo hemos dejado todo por vos y os amamos mucho»; y no dijo «porque perderíamos la vida por vos», y, como digo, otras cosas que pudiera decir, sino sólo «porque perdonamos». (...)  

No puedo yo creer que alma que tan junto llega de la misma misericordia adonde conoce la que es y lo mucho que le ha perdonado Dios, deje de perdonar luego con toda facilidad y quede allanada en quedar muy bien con quien la injurió; porque tiene presente el regalo y merced que le ha hecho, adonde vio señales de grande amor” 

    Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 36, 7-8.11

Perdónanos (Ixcís)

Lecturas de hoy: https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Tras hablarnos de cómo se arraiga el sarmiento en la vid, el Evangelio nos invita a permanecer así en el amor de Jesús. Un amor que es co...