domingo, 20 de septiembre de 2020

¿Vas a tener envidia porque yo soy bueno?

 


La parábola de los jornaleros viene a iluminar una frase que Jesús repite a lo largo del Evangelio: “los últimos serán los primeros y los primeros los últimos” (Mt 20, 16), y que tiene relación (entre otras cosas) con la actitud de Jesús hacia aquéllos que la sociedad de su tiempo excluía o consideraba “últimos”.  Para entenderla, hoy, la lectura de Isaías nos invita a ir más allá de nuestra mentalidad: “mis planes no son vuestros planes… como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros” (Is 55, 8-9).

Frente a una comprensión de la justicia que favorece los celos y la envidia, porque está contaminada por el deseo de ser más que el otro, Jesús propone la generosidad de ese patrón que a nadie da menos de lo que merece, y que se ha esforzado en llamar a todos a su viña. Al leer esta parábola pensando en Dios y en el Reino que nos ofrece, podemos darnos cuenta de que su “paga” es sobreabundante y, en realidad, no responde a nuestro pequeño trabajo, sino a su amor infinito.

Un detalle: los primeros ("los últimos...") van a la viña sabiendo cuánto cobrarán. Los siguientes, confían en que el salario será "lo debido". Y los últimos ("los primeros...") van sin preguntar, siquiera, si cobrarán.

Jesús nos invita a acoger radicalmente la gratuidad de Dios. Lo que lleva a preguntarnos sobre nuestras pretensiones (más o menos inconscientes) de buscar recompensa, de intentar estar por delante de otros… que son obstáculo para entrar, de corazón, en su Reino.

El denario era la paga de una jornada de trabajo. ¿Tal vez esta parábola también está relacionada con el Padre Nuestro: “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día…”?

  

“Le preguntaban un día a un hombre con fama de sabio: ”Tú tienes varios hijos, ¿cuál de ellos es tu preferido?” El hombre respondió: 
- “Mi preferido es el más pequeño, hasta que se hace grande;
el que está lejos, hasta que vuelve;
el que está enfermo, hasta que recupera la salud;
el que está prisionero, hasta que recobra la libertad;
el que sufre, hasta que le llega el consuelo.”




Lecturas de hoy https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy 

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