jueves, 9 de abril de 2020



Nos amó así,
hasta lavar los pies de sus amigos,
y más allá.

Hasta hacerse pan para los pobres
y más allá.

Hasta llamar amigo a los traidores,
perdonar y excusar a sus verdugos,
y más allá.

Hasta cargar con las cruces de los hombres,
estar en agonía por los siglos,
y más allá.

Hasta derramar su sangre por nosotros,
convertir su corazón en una fuente,
y más allá.

Hasta hacer de la cruz un sacramento,
y más allá.

Hasta hacer de la muerte una victoria,
y más allá.

No hay medida.
Siempre más.

                (Rafael Prieto Ramiro)

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