Hoy, el Carmelo recuerda que hoy, hace 505 años, nació, en
Ávila, Santa Teresa de Jesús. Recordamos su poema “Para Vos nací”, que habla de
la disponibilidad que nace del amor y la confianza, y que lleva a buscar su
voluntad. Para Él también hemos nacido cada uno de nosotros.
Vuestra soy, para vos nací:
¿qué mandáis hacer de mí?
Vuestra soy, pues me
criastes,
vuestra, pues me redimistes
vuestra, pues que me sufristes,
vuestra, pues que me llamastes.
Vuestra, porque me esperastes,
vuestra, pues no me perdí:
¿que
mandáis hacer de mí?
Veis aquí mi
corazón,
yo le pongo en vuestra palma:
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición.
Dulce Esposo y Redención,
pues por vuestra me
ofrecí:
¿qué
mandáis hacer de mí?
Dadme muerte, dadme
vida;
dad salud o enfermedad,
honra o deshonra
me dad;
dadme guerra o
paz crecida,
flaqueza o fuerza cumplida,
que a todo digo que sí:
¿qué
queréis hacer de mí?
Dadme riqueza o
pobreza,
dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,
dadme infierno o dadme cielo,
vida dulce, sol sin velo:
pues del todo me rendí,
¿qué
mandáis hacer de mí?
Si queréis, dadme
oración;
si no, dadme sequedad,
si abundancia y devoción,
y si no esterilidad.
Soberana Majestad,
sólo hallo paz aquí:
¿qué
mandáis hacer de mí?
Haga fruto o no lo
haga,
esté callando o hablando,
muéstreme la ley mi llaga,
goce de Evangelio blando;
esté penando o gozando,
sólo vos en mí vivid.
¿Qué
mandáis hacer de mí?
Vuestra soy, para vos nací:
¿Qué
mandáis hacer de mí?
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