domingo, 18 de diciembre de 2022

"Tu le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará" (Mt 1, 18-24)


 En esta última semana, el Adviento concreta la esperanza en Jesús, el Mesías anunciado desde antiguo (como nos transmite la lectura de Is 7, 10-14), el Hijo de Dios, que nos invita a responder en fe (como nos anuncia Pablo, en el comienzo de la carta a los Romanos. Rom 1, 1-7).

A la vez, esta concreción está llena de misterio. Una y otra vez, las lecturas de hoy aluden a algo que no cabe en palabras, que desborda la mente del profeta y del apóstol.

Mateo nos lleva al nacimiento de Jesús, de la mano de José. Y encontramos de nuevo el desconcierto. Tampoco hay acuerdo, en la tradición. sobre cómo interpretar este pasaje. Muchos piensan que la duda de José ante el embarazo de María es porque no conoce su origen, y se siente engañado. Otros, sin embargo, apuntan que, precisamente, José teme acoger a María "porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo" (Mt 1, 20), y cree que no hay espacio para él en esta historia. Ciertamente, estamos ante un hombre "descolocado", a quien Dios invita a dar un paso adelante sin certezas, en una fe que se ilumina en la oscuridad de la noche, en sueños. Dios invita a José a fiarse sin entenderlo todo, hacerse cargo de esa realidad en la que él no es protagonista, pero es necesario que participe y se entregue: de María, su mujer, que dará a luz un hijo, y ese hijo a quién él pondrá nombre (con lo que eso significa: asumir la paternidad sobre él. Y anunciar el nombre del Hijo de Dios) y que trae la salvación. Y José responde. Como dice el Papa Francisco en la Patris Corde, "su vida espiritual no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge", y que así hace posible la obra de Dios.

En estos últimos días, previos a la Navidad, el Evangelio nos invita también a "situarnos" ante la realidad que nos rodea, a acoger, a ser capaces de hacernos cargo, sin protagonismos ni evasiones... Esta puede ser también una propuesta para vivir esta Navidad sin ser simplemente arrastrados por el torbellino de celebraciones, costumbres y consumo de estos días.

Lecturas de hoy (www.dominicos.org)

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