¡Oh, Dios mío, Trinidad a quien
adoro! Ayúdame a olvidarme enteramente de mí para establecerme en Ti, inmóvil y
tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar
mi paz, ni hacerme salir de Ti, ¡oh mi Inmutable!, sino que cada minuto me
sumerja más en la hondura de tu Misterio.
Inunda mi alma de paz; haz de
ella tu cielo, la morada de tu amor y el lugar de tu reposo. Que nunca te deje
allí solo, sino que te acompañe con todo mi ser, toda despierta en fe, toda
adorante, entregada por entero a tu acción creadora.
¡Oh, mi Cristo amado, crucificado
por amor, quisiera ser una esposa para tu Corazón; quisiera cubrirte de gloria
amarte... hasta morir de amor! Pero siento mi impotencia y te pido «ser
revestida de Ti mismo»; identificar mi alma con todos los movimientos de la
tuya, sumergirme en Ti, ser invadida por Ti, ser sustituida por Ti, a fin de
que mi vida no sea sino un destello de tu Vida. Ven a mí como Adorador, como
Reparador y como Salvador.
¡Oh, Verbo eterno, Palabra de mi
Dios!, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero hacerme dócil a tus
enseñanzas, para aprenderlo todo de Ti. Y luego, a través de todas las noches,
de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijar siempre la mirada
en Ti y morar en tu inmensa luz. ¡Oh, Astro mío querido!, fascíname para que no
pueda ya salir de tu esplendor.
¡Oh, Fuego abrasador, Espíritu de
Amor, «desciende sobre mí» para que en mi alma se realice como una encarnación
del Verbo. Que yo sea para El una humanidad suplementaria en la que renueve
todo su Misterio.
Y Tú, ¡oh Padre Eterno!,
inclínate sobre esta pequeña criatura tuya, «cúbrela con tu sombra», no veas en
ella sino a tu Hijo Predilecto en quien has puesto todas tus complacencias.
¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi
Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!, yo me entrego a
Ti como una presa. Sumergíos en mí para que yo me sumerja en Vos, mientras
espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.
Santa Isabel de la Trinidad, (1880-1906) [Dijon, 21 de noviembre de 1904]
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