domingo, 24 de diciembre de 2023

"El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1, 1-18)

 

Como nos dice la Carta a los Hebreos, Dios, que habló desde antiguo por los profetas, ahora "nos ha hablado por el Hijo". El es su lenguaje y su palabra. El, que ha asumido nuestra realidad y se ha hecho nuestro hermano, para que nosotros podamos ser hijos de Dios.

Una Palabra que necesitamos escuchar con todo el corazón, con toda la mente, con toda el alma (Dt 6,5). Un lenguaje que hemos de aprender. Salvación que se manifiesta en la fragilidad de un niño envuelto en pañales y acostado en un comedero de animales, porque no ha habido sito para él en la ciudad. Luz que sigue brillando y ofreciendo vida en medio de la noche, que no la recibe ni la puede retener. Verdad y gracia que se nos ofrece para que podamos vivir de una forma nueva (Tito, 2, 11-14).

“ Un Dios que se ha hecho
tan pequeño por mí…
¡Yo lo amo…!
¡Pues él sólo es amor y misericordia
!"

      (Santa Teresa del Niño Jesús)


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