La primera
lectura (la falsa denuncia contra Susana, (Dn 13, 41-62) nos sugiere una pista
de lectura del Evangelio. El pecado de los escribas y fariseos está en su misma
denuncia: entregan a juicio a la mujer, mientras dejan escapar al cómplice de
adulterio, que (también ante la Ley) era tan culpable como ella. Han manipulado la Ley, han jugado con la vida
de una persona, para intentar poner una encerrona a Cristo.
Jesús pone en
evidencia ese uso corrupto de la Ley, y con su actitud apunta hacia el sentido verdadero de la Ley: la justicia de Dios es salvadora, cuida la vida. Por eso, Jesús perdona:
no condena al pecador, y tampoco justifica (ni banaliza) su pecado, sino que le
abre a una vida nueva.
Tu bondad (Ixcís)
Tu bondad (Ixcís)
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